5 de diciembre de 2009

bibliotecas quemadas... pero salvadas!

La información para elaborar este post proviene de este artículo titulado "la biblioteca que salvó sus contenidos al ser quemada", y que cita dos curiosas acaecimientos:

El primero se remonta a un descubrimiento or parte de Austen H. Layard a mediados del s. XIX en Iraq de los restos de los que sería una biblioteca erigida en honor a Asurbanipal del antiguo reino asirio de Nínive:

Esta biblioteca no era cualquier otra ya que poseía una amplia y rica historia; historia que sería olvidada por más de dos milenios y medio cuando en el 612 a.c. resultara víctima de una de las inacabables guerras mesopotámicas tras que una alianza comandada por los babilonios invadiera la ciudad destruyendo todo. De la invasión desencadenaría un asedio interminable por el cual varios de los edificios de la ciudad arderían en la llamas de la guerra, edificios entre los que se encontraba la biblioteca. Si bien normalmente esto se traduciría en destrucción total, como en tantos otros casos, en este caso en particular algo maravilloso ocurriría, los contenidos de la biblioteca no estaban en su totalidad almacenados en papiros, sino que eran tablillas de barro que con el calor se cocieron y quedaron atrapadas dentro de los restos de la misma [...] De la biblioteca pudieron recuperarse y reaparecer tras ser perdidos en las arenas del tiempo los textos de la épica de Gilgamesh, el mito de Adapa o el Enûma Eliš .

Como era (es) costumbre en los arqueólogos occidentales, Layard se llevó las casi 31.000 tabletas a Inglaterra, donde se depositaron en el British Museum. El segundo caso tiene como protagonista la biblioteca del político y acaudalado romano del s. I Calpurnio Pison (personaje curioso, del que, según una teoría, él y su familia pudieron "mete mano" de forma determinante a la redacción de los evangelios); su biblioteca en Herculano (que ha venido a denominarse "la Villa de los Papiros") fue enterrada bajo la lava y cenizas, a consecuencia de la misma erupción volcánica del Vesubio que acabó con Pompeya,  [...] de esta manera quedando congelada en el tiempo. Si bien los papiros han sufrido un fuerte deterioro con el pasar de los siglos, hoy en día varios museos y bibliotecas del mundo se encuentran con éxito desarrollando tecnologías que permitan recuperar el contenido de los mismos.