Autodidacta, aprendiz en un telar, a los 13 años es detenido en una reunión clandestina y a los 16 organiza un mitin anarquista. Peón en el metro de Barcelona, chófer, vendedor de prensa. En 1932 toma parte en la constitución de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias (FIJL) y dos años más tarde ingresa en la Federación Anarquista Ibérica (FAI). En esos años se inicia en la siembra de la idea por medio de la edición: director del periódico "Catalunya" y promotor de "Terra Lliure".
Durante la guerra Vilanova se rige por medio del Comité de Defensa Local. Mestre dirige el Boletín Oficial de la localidad y ejerce como juez de paz: oficia casamientos, gestiona divorcios, normaliza la administración de justicia. “Cuando yo marché al frente no lo hice como soldado. Yo era un maestro, desarmado desde luego, porque era enemigo de la pena de muerte”.
Tras su paso por el campo de concentración de Argelès, llega a Veracruz (México) con dieciséis pesos y una guerra perdida. A los meses ya está editando el primer libro ("Éxodo, diario de una refugiada española", de Silvia Mistral, su compañera) de los más de doscientos que publicaría en México: entre otros, la primera edición en español de "El tesoro de Sierra Madre" de Bruno Traven, la primera edición de "Canciones de la Guerra Civil española" de Pedro Garfias y los libros de su admirado teórico anarquista Rudolf Rocker, como "Nacionalismo y cultura". Impulsa las revistas "Estudios Sociales" y "Caos". Ya muy mayor funda en su propia oficina la Biblioteca Social "Reconstruir", que hoy, veinte años después, sigue sembrando la idea en México.
Texto extraído del blog de tr(A)nshistoria. Que quede como ejemplo y memoria (en estos tiempos de mediocridad y cobardía) de los innumerables luchadores anónimos por la libertad y la cultura que tiempo atrás anduvieron y pelearon en estas tierras ibéricas.